Una terapia empática y basada en evidencia científica que te brinda un lugar seguro para explorar tus emociones y aprender a vivir en paz con ellas
¿Te has preguntado alguna vez cómo sería vivir sin luchar contra cada pensamiento incómodo o cada emoción que parece invadirlo todo?
Mi enfoque comienza creando un espacio seguro donde esas ideas y emociones puedan existir sin conflicto, donde puedes aprender a verlas de otra forma. Aquí no estamos para eliminar lo que sientes, más bien para ayudarte a construir una relación más sana con ello.
La serenidad no nace de evitar lo que piensas, sino de entender cómo puedes vivir sin que esas ideas te controlen.
Ese es el primer paso que tomamos juntos: que te sientas cómodo para abrirte, para hablar sin filtros y encontrar en este proceso un lugar donde tus pensamientos y emociones puedan, al fin, descansar. En cada sesión, la confianza y el respeto son el pilar de todo.
Uno de mis objetivos es que comprendas lo que hacemos y por qué lo hacemos.
No quiero que sientas la terapia como algo distante o teórico, sino como un recurso que puedes aplicar en tu vida real, cada día. Por eso, te explico cada concepto de manera clara y accesible, para que no tengas que hacer un esfuerzo por entender. Porque la terapia es más que un proceso de aprendizaje; es una herramienta que debe ser útil en tu vida.
No quiero que solo “entiendas” la teoría, sino que sientas que puedes vivirla y que cada paso te lleva a algo más profundo y más significativo. Lo que hacemos juntos busca un cambio real.
Este enfoque no se trata de reprimir pensamientos ni de controlar emociones a toda costa.
Al contrario, aquí aprenderás a relacionarte de manera sana con ellos, a darles un lugar sin que ellos definan cada aspecto de tu vida. Muchos de mis pacientes han visto cómo esta forma de trabajo transforma su bienestar emocional, porque deja de ser una lucha y se convierte en una colaboración.
En vez de intentar borrar lo que sientes, aprenderás a convivir con ello de forma sana.
Quiero que notes, en cada sesión, cómo avanzas hacia un lugar donde tus emociones y pensamientos no son enemigos, sino partes de ti con las que puedes convivir en paz.
Cada persona tiene una historia y una vida única, y creo firmemente que una terapia eficaz tiene que adaptarse a quién eres tú, no al revés. Es por eso que no hay un solo método, sino herramientas y enfoques que adaptoen cada sesión para responder a tus necesidades y valores. La terapia contextual y de aceptación es precisamente eso: un proceso flexible, un espacio donde podemos adaptar cada técnica para que realmente funcione contigo.
¡Hola! Soy David Calvo Durán, psicólogo general sanitario
Cuando el deseo de ayudar se convierte en propósito
Durante mis años en el instituto, coincidió que varias personas cercanas comenzaron a enfrentar problemas de salud mental. Yo, sin conocimiento alguno sobre Psicología, solo tenía claro que quería ayudarlas, aunque no supiera cómo. Este impulso, esta necesidad de brindar apoyo a quienes quería, me llevó a adentrarme por primera vez en el estudio de la Psicología. Así, aquel deseo adolescente de ayudar se convirtió en una verdadera curiosidad por entender el porqué de nuestros comportamientos.
Tras finalizar mi Grado, comprendí que mi futuro debía estar en ayudar a los demás, pero ahora desde otro lugar: como psicólogo en una consulta. Empecé colaborando con aseguradoras en un centro médico, lo que me permitió ganar experiencia. Comencé a aplicar mi modelo de trabajo en una consulta privada con la que colaboro, mientras seguía formándome para ofrecer un servicio cada vez más profesional.
Hoy, con una amplia variedad de casos en mi historial, me siento listo para dar un nuevo paso: la consulta online. Esta modalidad abre un mundo de posibilidades, y con la experiencia y el respaldo de cada paciente que ha confiado en mí, estoy preparado para ofrecer ayuda en cualquier rincón.